El terror abunda en la comunidad. Nadie sabe a donde escapar y nadie puede salvarse, todos son victimas. Cualquiera puede ser sospechoso y mejor prevenir, hay que salvar el propio pellejo. Nada más importa. La información viaja por el aire y cae en los oídos, en los ojos y en la mente de cada persona de la Tierra y el terror crece y no hay donde escapar. Pero lo mejor es esperar, esperar y ver que dicen. Nadie parpadea. Cajas bobas, chicas y grandes, dicen lo que pasa y lo que hay que hacer. La verdad es absoluta y nadie la discute, solo obedecen porque el final parece esta cerca. De a poco van cayendo, los números se duplican, se triplican. La información corre cada vez más rápido. Hay que quedarse en casa y no salir, pero no es suficiente. Nada es suficiente, el virus puede atravesar puertas, paredes, puede subir alturas incalculables, esta en los lugares menos imaginable y de todas las formas y colores. Nadie quiere salir de sus hogares por miedo de la enfermedad pero no se da cuenta que ya esta dentro, delante de sus narices, y que poco a poco esta atacando. Porque el virus parece indefenso, a simple vista, pero no lo es. Los remedios no sirven, los barbijos son inservibles y no hay producto de limpieza que mate a las bacterias.
No hay salida, ya todos están infectados y la cura no es suficiente. La cura no existe, el virus llegó para quedarse y nunca más irse. Todos están enfermos sin saber que la única cura posible era desenchufar. Todos están infectados con Información y ya no hay salvación. Fin
2 de julio de 2009
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